Es un defecto cardíaco raro, en el cual hay un agujero que conecta la arteria mayor que lleva sangre del corazón al cuerpo (aorta) y la que lleva sangre del corazón a los pulmones (arteria pulmonar). La afección es congénita, lo cual significa que está presente desde el nacimiento.
Defecto del tabique aortopulmonar; Comunicación aortopulmonar
Normalmente, la sangre fluye a través de la arteria pulmonar hacia los pulmones, donde recoge oxígeno. Luego, la sangre viaja de nuevo al corazón y es bombeada hacia la aorta y al resto del cuerpo.
Los bebés con una ventana aortopulmonar tienen un agujero entre la aorta y la arteria pulmonar. Debido a este agujero, la sangre de la aorta circula hacia la arteria pulmonar y fluye entonces demasiada sangre hacia los pulmones, causando hipertensión arterial en estos órganos (una afección llamada hipertensión pulmonar) e insuficiencia cardíaca. Cuanto más grande sea el defecto, más sangre podrá ingresar a la arteria pulmonar.
La afección ocurre cuando la aorta y la arteria pulmonar no se dividen normalmente a medida que el bebé se desarrolla en el útero.
La ventana aortopulmonar es muy poco común y representa sólo el 0.1% de todos los defectos cardíacos congénitos.
Esta afección puede ocurrir espontáneamente o con otros defectos cardíacos como el conducto arterial persistente, la tetralogía de Fallot o la atresia pulmonar. El 50% de los pacientes normalmente no tiene ningún otro defecto cardíaco.
Si el defecto es pequeño, puede no causar ningún síntoma. Sin embargo, la mayoría de los defectos son grandes.
Los síntomas pueden abarcar:
El pediatra normalmente escuchará un sonido cardíaco anormal (soplo) al auscultar el corazón del niño con un estetoscopio.
El médico puede ordenar exámenes tales como:
La afección normalmente requiere una cirugía a corazón abierto para reparar el defecto. La cirugía debe hacerse lo más pronto posible después de hacer el diagnóstico, por lo general cuando el niño todavía es un recién nacido.
Durante el procedimiento, un sistema de circulación extracorporal reemplaza el corazón del niño. El cirujano abre la aorta y cierra el defecto con un parche hecho ya sea de un pedazo del saco que rodea el corazón (pericardio) o de un material sintético.
La cirugía para corregir la ventana aortopulmonar es eficaz en la mayoría de los casos. Si el defecto se trata rápidamente, el niño no debe tener ningún tipo de efectos duraderos.
La demora en el tratamiento puede llevar a complicaciones tales como:
Llame al médico si su hijo tiene síntomas de ventana aortopulmonar. Cuanto antes se diagnostique y se trate esta afección, mejor será el pronóstico del niño.
No hay ninguna forma conocida de prevenir la ventana aortopulmonar.
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